Hay trenes que sólo pasan una vez y si
se dejan escapar es prácticamente imposible triunfar. Pero aun habiendo cogido
el tren adecuado, hay que seguir trabajando duro para no caerse del mismo. Y da
la impresión de que The Answer están
jugando en el filo de la rampa de salida del tren.
Siete años han pasado ya desde que la
gira como teloneros de AC/DC les
abriese de pleno las puertas del éxito. Pero a pesar de seguir lanzando buenos
trabajos en estudio y de realizar giras con conciertos realmente buenos,
siempre ha dado la sensación de que les faltaba todavía un paso para explotar y convertirse en piezas claves dentro del hard rock actual. Y
la publicación de “Raise a Little Hell”
no ha hecho más que aumentar las dudas sobre las posibilidades de un grupo que
ya ha gastado demasiadas balas. Un disco más denso y oscuro que sus trabajos
anteriores, sin temas directos y accesibles y que ha provocado la división de
opiniones entre sus fans.
La sala Caracol madrileña presentaba
una correcta entrada y con el público revolucionado tras el apabullante
concierto de los teloneros White Miles,
recibía con una estruendosa ovación a la banda norirlandesa. El concierto se
abría con I am What I am, canción de
un último disco que con motivo de su presentación nutrió el grueso de un setlist
que de nuevo fue mejorable. Así, no faltaron temas nuevos más pesados y oscuros
como Red, la poderosa Whiplash o una Aristocrat donde Cormac hizo uso de la armónica, pero sin olvidar canciones de
discos pretéritos como la pegadiza Spectacular
o una espídica Demon Eyes que el
público disfruto especialmente. Sin embargo, “Rise” y “Revival”, sus dos
grandes discos, prácticamente fueron obviados.
La ejecución de los temas fue más que
correcta y Cormac Neeson volvió a demostrar una vez más que es un frontman como la copa de un pino. Comunicativo, sin parar de moverse
en ningún momento y con una voz exquisita que refleja perfectamente su trabajo
en estudio.
Aunque el hecho más significativo vino
de la mano del bajo. La crudeza y oscuridad del disco se plasmaron en directo
con un sonido realzado del bajo que le quitó todo el protagonismo al sonido de
la guitarra de Paul Mahon. Hasta el
punto de que en la recta final del concierto ésta era prácticamente inapreciable.
Micky Waters aprovechó la coyuntura
para campar a sus anchas por el escenario y mostrarse mucho más activo que en
giras anteriores.
La gran baza que tuvo Paul para demostrar su calidad con las seis cuerdas vino en el largo pasaje instrumental que se llevó a cabo durante Last Days of Summer, y sobre todo en una preciosa Strange Kinda’ Nothing que fue ejecutada con
guitarra acústica y cajón. El tema, más pausado y emotivo, supuso un contrapunto perfecto al sonido saturado de los graves y permitió ver a la banda en un terreno muy diferente al habitual. Especialmente a un frontman que dejó claro que también se maneja a las mil maravillas en esos terrenos más cercanos y delicados.
Encarando la recta final del show, la
efectiva New Horizon daba paso al
tema homónimo del último trabajo. Cormac,
que en Preachin’ no había realizado su habitual rito de predicación entre el
público, aprovechó ese momento para bajar por fin del escenario y adentrarse
entre la gente para arengarlos un poco más. La sala se convirtió en ese momento
en una caldera que vibraba alrededor del cantante.
Despidiéndose entre numerosos
aplausos, la banda no tardó en volver con renovadas fuerzas para cerrar la velada con dos clásicos. Un Nowhere
Freeway que exigió la colaboración del público y que sonó mucho mejor que
en la gira anterior y un Under the Sky
final que supuso el broche de oro perfecto al show y complació a aquellos que pedían insistentemente más material de su disco debut.
Un buen concierto que aun así dejó la sensación de que la banda podría ofrecer mucho más, sobre todo a nivel compositivo. Incomprensiblemente, además, volvieron a dejar fuera del setlist numerosos hits mucho más adecuados y disfrutables para el directo. La escasa duración del concierto, como viene siendo habitual en ellos, tampoco es concebible teniendo tanto material de calidad ya editado. No les quedan muchas balas más, y aunque siguen manteniendo un público bastante fiel, es posible que puedan ver como la situación se revierte en cualquier momento si no hacen nada por remediarlo.
Setlist: I am What I am / Spectacular / Red / Demon Eyes / Tornado / Whiplash /
Aristocrat / Preachin’ / Last Days of Summer / Strange Kinda’ Nothing / New
Horizon / Raise a Little Hell / Nowhere Freeway / Under the Sky
No hay comentarios:
Publicar un comentario